¿Cómo estudiar la Biblia de manera efectiva?

La Biblia es, sin duda alguna, el libro más importante del mundo, puesto que contiene los pensamientos de Dios. La Biblia comunica al hombre las cosas que Dios quiere que este sepa. Muchos la desvalorizan y la reducen a un libro de mitología, tal como la griega o la nórdica, mientras que otros ponen en tela de juicio su divinidad, porque, según ellos, fue escrita por meros hombres. Sin embargo, ella testifica acerca de sí misma diciendo que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. (2 Timoteo 3:16). Si la Biblia es lo que ella afirma ser, entonces no puede tomarse a la ligera, no podemos simplemente pasar los ojos por sus páginas descifrando con la mirada lo que sus letras expresan. Es menester que la estudiemos detenidamente y que la escudriñemos porque en ella encontramos la vida eterna (Juan 5:39). No existe una manera específica de estudiar las Escrituras. Cada persona tiene su propio estilo, no obstante, aquí veremos algunas cosas que a mí me han resultado muy útiles y que considero pueden ayudarlos a estudiar la Biblia de manera efectiva:
- Oren.
¿Quién podría ayudarlos a entender un texto mejor que su propio autor? Ciertamente, aunque Dios empleó aproximadamente 40 hombres para escribir los 66 libros de la Biblia, Dios no deja de ser su autor, y ningún teólogo, por más iluminación que tenga, podrá explicarles un solo versículo de las Escrituras de la misma forma que lo haría el Espíritu Santo si le piden en oración que los guíe a toda verdad. Por lo tanto, antes de abrir sus Biblias, ábranle sus corazones a Dios pidiéndole que les hable y que les haga entender lo que Él quiere que ustedes entiendan.
- Compren una buena Biblia de estudio y un buen diccionario bíblico.
Llevo 13 años sirviéndole al Señor, y en todo este tiempo, he notado que a la mayoría de los cristianos les cuesta sacar un poco de dinero para comprar una Biblia de estudio. Es más fácil comprar un celular o una camisa que una Biblia o un diccionario bíblico, sin embargo, debería ser lo contrario. Si en realidad amamos a Dios, debemos amar su Palabra. Si no amamos la Biblia, tampoco amamos a Dios. Las Biblias de estudio contienen informaciones valiosísimas que pueden sernos de mucha utilidad, por ende, no seamos tacaños e invirtamos algunos pesos en una buena Biblia de estudio. Pero, de todas las Biblias de estudio que hay en el mercado, ¿cuáles yo recomiendo? Yo no me considero un experto en Biblias, pero tengo y he tenido algunas que han sido buenísimas: la Biblia de Estudio de la Vida Plena, por ejemplo, es una de las mejores que he tenido, de hecho, es una de las pocas Biblias de estudio de corte pentecostal que he visto; la Biblia de Estudio del Diario Vivir tampoco se queda atrás, es muy buena porque sus anotaciones están enfocadas hacia la vida práctica; por último, una que añadí a mi lista es la Biblia de Estudio NVI editada por D.A. Carson.
No les estoy diciendo que deben comprar una de estas, ustedes pueden comprar la que más les guste, porque como dice el dicho, para los gustos los colores, solamente estoy presentándoles algunas de las que he estudiado y que considero buenas opciones.
- Utilicen más de una versión de la Biblia.
Como comprenderán, hay un sinnúmero de versiones bíblicas disponibles en el mercado y tener más de una nos facilita el estudio de la misma. Por tradición, hemos utilizado la traducción hecha por Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera conocida como la Reina Valera, específicamente, la del año 1960. No obstante, estudiar la Biblia con una sola versión no es lo más recomendable. Hay cosas que no las entendemos en una versión, pero las podemos entender en otras que utilizan un lenguaje mucho más sencillo. Algunas de las versiones que recomiendo son las siguientes: Nueva Versión Internacional (NVI), Dios Habla Hoy (DHH), Nueva Traducción Viviente (NTV), Nueva Biblia de las Américas (NBLA), etc. Si no pueden tener más de una versión impresa, hay algunas aplicaciones que pueden descargar a su celular o tableta que les ofrecen algunas versiones. He visto algunas aplicaciones buenas, pero las mejores que he visto hasta ahora son la Celubiblia y la “Bible Gateway”.
- Presten atención a los pasajes paralelos.
Los pasajes paralelos son aquellos que tratan la misma historia o el mismo tema, por ejemplo, Mateo 9:1-8 narra un milagro que de sanidad que Jesús ejerció sobre un paralítico, sin embargo, la misma historia la encontramos en Marcos 2:1-12 y en Lucas 5:17:26 y cada escritor presenta detalles que el otro no menciona. Cuando prestamos atención a los textos paralelos, obtenemos una perspectiva más amplia del pasaje que estamos estudiando.
- Traten de entender cada pasaje en su contexto.
Un gran número de los errores doctrinales que muchas iglesias y concilios tienen se deben a que interpretan algunos pasajes y versículos de la Biblia de manera aislada y no en el contexto al que pertenecen, y eso… eso sí que es un error garrafal, porque como dicen algunos: “un texto fuera de contexto es un pretexto”. Les recomiendo que estudien las Sagradas Escrituras de manera expositiva, es decir, versículo por versículo sin dejar ningún texto fuera.
- Tomen en cuenta las figuras literarias.
La Biblia está repleta de figuras literarias que si las obviamos, llegaremos a conclusiones que están muy alejadas de la realidad. Por ejemplo, hay muchos textos bíblicos que pudieran hacernos pensar que Dios tiene los mismos rasgos físicos que tenemos los hombres. Prestemos atención a los siguientes versículos:
“¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?” (Isaías 53:1, negritas nuestras).
“¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?” (Job 13:24, negritas nuestras).
Los versículos que acaban de leer son solo dos de los tantos que hay en las Escrituras que se refieren a Dios en términos humanos, sin embargo, esto no quiere decir que Dios tenga una apariencia física como la nuestra, puesto que Dios es espíritu (Juan 4:24) ¿Cómo, pues, explicamos esto? Considerando una figura literaria conocida como “antropomorfismo”. Este término se deriva de dos palabras griegas “antropo” que quiere decir hombre y “morfo” que significa forma, en otras palabras, los antropomorfismos son figuras literarias que le atribuyen formas humanas a Dios; es decir, le otorgan rasgos físicos al Creador. ¿Lo ven? Si pasamos por alto esta figura literaria, podemos arribar a la falsa conclusión de que Dios es como los hombres.
- Apliquen lo que leen a sus vidas.
Sin lugar a duda, les he dado algunos consejos que, desde mi punto de vista, son muy buenos, no obstante; ninguno tiene la relevancia que tiene este último. Conocimiento sin aplicación práctica no sirve de nada. Si estudian la Biblia solamente con la intención de tener un conocimiento de Dios meramente intelectual, lamentablemente, se están convirtiendo en reos de muerte.
Amigos lectores, si son de los que leen y no aplican, les recomiendo que empiecen a actuar en base a lo que están aprendiendo, porque si lo hacen, estarán salvando sus almas de una severa condena.
Con cariño,
Emmanuel Paniagua.
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